Microsoft parece que ha dejado un poco de lado a la Xbox 360 y la retrocompatibilidad para tomarse muy enserio su nueva videoconsola, la Xbox One S.
En realidad la Xbox One S no es más que un remodelado de la Xbox One original con mejoras de hardware pero con la misma compatibilidad de juegos por lo que no tendrás que comprar una nueva consola.
¿Qué permite la Xbox One S?
Por 390 euros puedes comprar una nueva Xbox One que reescalará los títulos a 4K y además es un 40% más pequeña. La consola a su vez deja a un lado el disco duro de 500 GB para dar paso a uno de 2 TB.
La Xbox One S se puede encontrar en grandes superficies e Internet. Además de estas mejoras que hemos mencionado se ha incluido un conector HDMI de tipo 2.0a que permite reproducir contenido 4K con HDR que no será todo.
A su vez esta nueva Xbox One s añade un nuevo mando en el que se ha mejorado el agarre con una construcción mejorada, también se ha incluido la conectividad bluetooth para evitar la conexión del jack de 3,5 mm que se sigue conservando.
A pesar de que la Xbox One S mejorará la resolución a 4K el hardware es idéntico a la Xbox One original, nada tiene que ver con la PS4 Neo que sí será más potente y tendrá una potencia de entre 4,7 y 2,9 teraflops extra con respecto a la Xbox One S y la Xbox One original. Es decir, la Xbox One S no deja de ser una Xbox más pequeña que reescala títulos a 4K, nada más.
