Competir por tener el mejor navegador no es algo que se rife entre todos los que podemos ver en la palestra, tres grandes rivales se enfrentan a diario por la supremacía y tienen nombre y apellidos (Internet Explorer, Google Chrome y Mozilla Firefox).
Es cierto que navegadores como Safari o Opera cuentan con una pequeña cuota de mercado pero no son los más famosos. ¿Por qué los navegadores son gratuitos pero se invierte una gran cantidad de dinero en ellos? La respuesta es más sencilla de lo que parece, cada navegador trae un buscador asociado por defecto y un tanto por ciento muy elevado de usuario no lo cambian.
Google vive de su buscador y Chrome lleva a los usuarios a él por lo que contar con un navegador perfecto para su sistema es vital. Google, por ejemplo, también compra el navegador por defecto de Firefox y esto le permite obtener búsquedas y dinero. A pesar de que le paga sobre 300 millones de dólares cada año a Mozilla, las ganancias deberían ser mucho mayores. Uno de los factores más determinantes a la hora de escoger un buen navegador es su seguridad.
Un nuevo informe de seguridad, publicado por Bromium, asegura que IE es el navegador más vulnerable del primer semestre de 2014, más parcheado y explotado durante los primeros seis meses del año, más incluso que Java y Flash, conocidos por sus vulnerabilidades.
Las barras rojas muestran las vulnerabilidades de 2014 mientras que las azules son las que tuvieron lugar en 2013. Si tenemos en cuenta que las barras azules pertenecen a todo el año 2013, en solo seis meses, IE ha logrado aumentar las amenazas por lo que estaríamos hablando de un problema mucho más grave de lo que parece.
Sin embargo, Office parece seguir funcionando correctamente y siendo un producto seguro, no todo son problemas para Microsoft. El mayor problema es que IE todavía mantiene gente que sigue usando IE6, navegador que se han quedado sin soporte y reciben ataques por todas las vías posibles.
Ahora bien, el sentido común es el factor más determinante a la hora de protegerte en la red. Si tu navegador te pide que descargues algo sin tu permiso, no lo hagas.