Así todo junto parece que no tiene mucho sentido, pero se puede explicar. Resulta que, Jason Chen, el editor de Gizmodo que hace unos días filtraba videos del nuevo iPhone 4G, llegó el otro día a su casa y en ella estaba la policía con una orden judicial, registrando y confiscando varios objetos. En total se llevaron de casa de Jason 4 ordenadores, dos servidores confiscados, discos duros y demás aparatos electrónicos confiscados, según comentan en un post de Gizmodo. Al parecer los objetos han sido confiscados de forma ilegal, por lo que Gizmodo ya ha interpuesto una demanda.
Chen se encontraba fuera de su domicilio por lo que los agentes decidieron forzar la puerta. Cuando llegó a casa se encontró con el panorama, y fue cacheado por los propios agentes, aunque no lo detuvieron.
Vía TechCrunch