La creación de un nuevo consorcio de grandes compañías para impulsar esta tecnología con una inversión inicial de 3.200 millones de dólares podría suponer al fin el despliegue masivo de redes WiMAX, algo que llevábamos años esperando.
Lo más importante de este consorcio es que ha unido los esfuerzos de empresas de Internet, operadoras de telefonía y de cable que sobre el papel son rivales irreconciliables. Es el caso de Verizon Wireless y de AT&T, que ya están comenzando a esbozar el plan de implantación de la tecnología.